XVI Congreso de la COB
Defender la independencia frente
al
gobierno del MAS
A la salida de esta edición, está comenzando a desarrollarse el
XVI Congreso Ordinario de la Central Obrera Boliviana, que se anuncia como un
evento en el cual el gobierno de Morales y García Linera intentará asaltar
la institución matriz de la clase obrera boliviana para ponerla al servicio del
gobierno del frente popular.
Para esto, el gobierno ha venido dividiendo y “paralelizando”
distintas organizaciones sindicales, cooptando y comprando dirigentes, usando
los cooperativistas mineros como “grupo de choque” contra los asalariados en
Huanuni, buscando aislar y amenazar luchas obreras de enorme importancia como la
del Lloyd Aéreo Boliviano, los docentes y la salud. Es muy marcado el
carácter antiobrero del gobierno “popular”.
El objetivo es claro: cooptar y controlar la COB para ponerla a
su servicio, derrotando a los sectores que mantienen su independencia,
transformando a la central en un apéndice que ayude a legitimar las tibias y
parciales “reformas” del MAS que no implican una ruptura con el imperialismo ni
las transnacionales. En estas condiciones, las intenciones del Ejecutivo van
por la vía de doblegar a los delegados a través de la concesión de cargos
públicos y otras prebendas. Varios delegados se han asimilado al MAS, mientras
que otros han concretado “alianzas estratégicas”, que subordinan a las
organizaciones sindicales y las tornan defensoras de la administración de
Morales, relegando la lucha de los trabajadores para mejorar sus precarias
condiciones de trabajo y vida.
Lamentablemente, es claro que la propia orientación más que nada
declamativa de Solares y la actual dirección de la COB, que han esgrimido una
independencia más bien verbal del gobierno y que de ninguna manera han alentando
el desarrollo de la democracia obrera y la organización de nuevos sectores de la
clase trabajadora en la Central, están facilitando este operativo del MAS. Es
que la afirmación de una curso independiente de la COB requerirá superar el
sindicalismo y las políticas de mera “presión”, en beneficio de la puesta en pie
de una auténtica corriente clasista y democrática en el seno de la clase obrera
boliviana y la propia COB.
Las elecciones en el magisterio:
una derrota del MAS
Sin embargo, ésta no es toda la realidad en el movimiento
obrero. Recientemente se han realizado unas importantes elecciones en el
Magisterio Urbano de La Paz (gremio docente más importante del país). Votaron
18.777 docentes (la mayor participación registrada en las elecciones de la
federación). La URMA (lista vinculada a dirigentes de trayectoria como Vilma
Plata y José Luis Álvarez, del POR) logró retener la mayoría con 7.988 votos
(47%), mientras que la lista oficialista MAS-VIVE alcanzo 6.874 (40%) y el FUN-RA
(vinculada al PCB) obtuvo 2.248 votos (13%). Es decir, en pleno “vendaval”
masista se logró el importantísimo triunfo de mantener independiente el
magisterio de La Paz, uno de los más importantes y combativos sindicatos de
Bolivia. Este triunfo debería servir para que el POR abandone su tradicional
política meramente sindicalista y se ponga al servicio de la constitución de una
corriente sindical auténticamente clasista y democrática en la COB, y por la
puesta en pie de un Instrumento Político de los Trabajadores.
La COB y la UNT venezolana
No esta de más señalar los paralelos en la situación de la COB y
la UNT venezolana. En ambos casos, los gobiernos supuestamente “populares” están
abocados a dividir y/o cooptar las organizaciones de la clase obrera. Es que el
nacionalismo burgués y los gobiernos de frente popular no pueden realmente
tolerar la organización y acción independiente de los trabajadores que, tarde o
temprano, puede terminar desbordándolos por izquierda.
Por esta misma razón, es una obligación de primera importancia
poner en pie en toda la región una campaña de frente único de las organizaciones
que se consideran de la izquierda revolucionaria como el P-SOL y el PSTU en el
Brasil, y el PO, los dos MSTs, el MAS y el PTS en la Argentina, en defensa de la
independencia de las organizaciones obreras del Estado y las maniobras de
cooptación de Evo Morales y Chávez. Esta campaña debe ser un compromiso
principista y de clase del cual nadie se puede excusar, so pena de capitulación
ante estos gobiernos.
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