Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 81, 22/06/06
 

 

 

 

 

 

Hospitales de Córdoba

La burocracia se une a De la Sota contra
los trabajadores

En los hospitales cordobeses apareció una vanguardia que se intenta expresar más allá de las expresiones burocráticas y los intereses del gobierno de De la Sota. Esto es realmente importante, y es de una magnitud tal que el gobierno cordobés firmó una tregua con cuatro sindicatos (SEP, UPCN, ATSA, UPS) para tratar de impedir que avance la experiencia de los trabajadores de la salud auto convocados.

En el acta de este pacto se expresa lo siguiente: “el secretario de Trabajo ratifica que el encauzamiento del conflicto en este ámbito circunscribe la participación a las entidades gremiales con personería gremial y legitimidad activa, conforme lo prevé la Constitución Nacional (Art. 14 bis), la ley 23.551 (Ley de Asociaciones Sindicales) y Ley 25.212  (pacto Federal), excluyendo de las mismas a todos aquellos colectivos gremiales o de trabajadores auto convocados que se arroguen facultades no comprendidas en las normas citadas supra, y que para el caso de que ejerzan algún tipo de medidas de acción directa, puedan ser consideradas fuera de los alcances de la legalidad prevista por la normativa para el ejercicio de los derechos colectivos y de la huelga”.

Desde hace tiempo vemos cómo en los distintos conflictos en los que se va más allá del 19% de aumento o de los intereses del gobierno y los sindicatos se los reprime tanto física como penalmente. En Córdoba hay un  intento de eso.

El descreimiento hacia los sindicatos burocráticos por parte de los trabajadores hace que esas organizaciones tengan un vacío estructural importante.

Tanto es así que los burócratas buscan mantener su poder aun sin el apoyo de la base, utilizando su “paraguas legal” en contra de los trabajadores. Mientras que los gobiernos no reconocen la experiencia de los autoconvocados o sectores independientes que van más allá del acuerdo Gobierno-CGT , y que por lo tanto no pueden ser cooptados para su política –como ocurre con el caso del Subte, o Las Heras–, para tratar de que esos procesos no prosperen hacia una crítica más de fondo hacia las políticas gubernamentales.

Entonces, lo primero que hace el gobierno cuando emerge una vanguardia clasista o independiente es apelar a la vía represiva, declararlos “ilegales” y sancionarlos, quitándoles o negándoles la cobertura sindical y negando expresamente el derecho a la protesta.

Es por ese motivo que necesitamos redoblar los esfuerzos por reconocer a los trabajadores autoconvocados de los hospitales cordobeses que muestran un camino diferente a través de la democracia directa y su autoorganización, sin que medie entre ellos y su patrón –el gobierno– un sindicato con el cual no se sienten identificados y al que no reconocen como propio.

Es necesario apoyar esta lucha, lograr su masificación y discutir un plan de salud para los trabajadores y el pueblo. Es importante lograr la unidad de acción con otros sectores en lucha  para que no se toque el derecho a la protesta, y demostrarles al gobierno y sus socios sindicales que los únicos que representan a los trabajadores son los trabajadores mismos, con sus luchas y sus métodos.

El derecho a la protesta no se toca

Reconocimiento a los trabajadores autoconvocados de los hospitales cordobeses.