VI
Foro Social Mundial
Debates,
crisis y salidas de compromiso
La
corriente Socialismo o Barbarie Internacional se hizo presente en el VI Foro
Social Mundial en Venezuela. Por encima de la crisis en que han sumido al foro
las corrientes hegemónicas en el mismo, fué una oportunidad para tomar
contacto con el proceso revolucionaria venezolano, los alcances y límites del
gobierno de Chavez y la emergente experiencia de organización política
independiente que comienza a encarnar el PRS. En este marco, hubo una nueva
instancia de debate respecto de la necesidad de dar pasos en el reagrupamiento
entre corrientes que provienen de la tradición del marxismo revolucionario y la
candente discusión acerca de que posición se debe tomar respecto de los nuevos
gobierno nacionalistas burgueses -como el propio Chavez- o de frente popular
como es el caso de Evo Morales en Bolivia.
En
Caracas, la sucursal del paraíso como les gusta llamarla a los caraqueños, se
realizó esta edición del FSM y la primera “policéntrica”, como forma de
escamotear y amortiguar su crisis. En la semana del 18 al 22 se realizó en
Bamako, Malí, la sede africana, y hacia mediados de marzo se realizará la
versión asiática en Karachi, Pakistán. Sin embargo, todas las expectativas
estaban puestas en Venezuela. Es que el país caribeño está cruzado por un
proceso revolucionario, terreno en donde se
derrotaron en tres oportunidades los intentos golpistas y desestabilizadores
del imperialismo y la gran patronal local. Además del valor agregado de la
figura carismática de Chávez, de su amistad con Fidel y el padrinazgo que le
ofrece a la última “estrella rutilante” del firmamento latinoamericano: Evo
Morales.
Lo
primero que llamó la atención fue la poca concurrencia; según los
organizadores se inscribieron más de 60.000 personas, pero en la marcha de
apertura no hubo más de 7.000 personas y no muchas más fueron las que se
acercaron al Poliedro, un estado cubierto en las afueras de Caracas, para
escuchar a Chávez .
A
la poca concurrencia se le agregó la desorganización: se calcula que un 25% de
los paneles no se realizaron. Y como ya es una costumbre, las actividades no
se concentran en un solo lugar sino que se descentralizan, para evitar un
centro geográfico donde se puedan concentrar las discusiones políticas. Esta
práctica este año significó que hubiera ocho centros distribuidos por toda la
ciudad.
Un
poco de historia
La
emergencia de los foros estuvo cruzada por el protagonismo de los movimientos
sociales y la emergencia de miles de organizaciones no gubernamentales en la
resistencia a la globalización. Aparecía a partir de Seattle un nuevo
internacionalismo. Más allá de las orientaciones políticas predominantes, los
foros eran un punto de encuentro de miles de luchadores de todo el mundo, un
centro de intercambio de experiencias y de politización.
La
tónica ideológica de los primeros foros estuvo dada por el
“horizontalismo”, el “adiós al trabajo” y a la clase trabajadora como
sujeto del cambio social, la muerte del socialismo y del partido como forma de
organización de las luchas políticas, y la democracia participativa como la forma de alcanzar “otro mundo
posible”. A diferencia del viejo reformismo que prometía vía reformas
llegar al socialismo y evitar así las confrontaciones agudas entre revolución
y contrarrevolución, este nuevo reformismo prometía y promete vía reformas
llegar a otra regulación del capitalismo que harían de éste un sistema
deseable. Por eso la sede de sus ediciones 2001, 2002 y 2003 fue la
“participativa” Porto Alegre.
Sus
teóricos favoritos fueron Toni Negri y John Holloway, sus figuras emblemáticas
el Subcomandante Marcos y el PT de Lula. La llegada de Lula al gobierno en 2003,
hizo que las cosas cambiaran.
Decíamos
en el balance del V Foro: “El inocultable carácter burgués y neoliberal del
gobierno Lula, sumado a las características tibias, timoratas e impotentes de
la mayoría de las reivindicaciones encarnadas por la dirección reformista del
Foro (supuestamente antiliberal, pero de ninguna manera anticapitalista), abrió
una evidente crisis entre los organizadores del Foro, así como apuró la salida
del propio Foro del Brasil”.[1]
La
crisis de orientación del FSM
La
vieja fórmula de “otro mundo es posible” fue duramente golpeada con la
llegada al poder de los gobiernos centroizquierdistas; de allí que los foros
tendieran a convertirse en Woodstocks sociales, vacíos de contenido de lucha.
Fue Ignacio Ramonet, de Le Monde
diplomatique, quien marcó a fuego esta tendencia y calentó las turbinas
del debate: “en Porto Alegre
en enero de 2005 se pudo constatar una suerte de agotamiento de la fórmula
inicial: para muchos participantes el Foro no podía seguir siendo solamente un
espacio de reencuentros y debates que no culminen en una acción; tenía que crear las condiciones de un paso al acto político mediante
la elaboración de un umbral mínimo de alternativas a las políticas
neoliberales que diera un sentido y un proyecto, e incorporar los objetivos
comunes de los ciudadanos del norte y del sur. Sin lo cual corría el riesgo de despolitizarse y folklorizarse. Y de transformarse en
una especie de Feria internacional de asociaciones, un Salón mundial de la
sociedad civil”.[2]
La
respuesta a Ramonet llegó un día antes del comienzo oficial del foro en
Bamako, cuando se realizó la “Jornada internacional sobre la reconstrucción
del internacionalismo de los pueblos y del frente antiimperialista”, con la
participación de un centenar de intelectuales y de representantes de
movimientos sociales del Tercer Mundo y otros lugares para recordar el 50º
aniversario de la famosa conferencia de Bandung. De esa jornada salió
el llamamiento hecho por Samir Amin y otros destacados intelectuales a conformar
un frente antiimperialista.
Chávez
y un frente antibush con los amigos de Bush
La
intervención pública de Chávez junto a la Asamblea de Movimientos Sociales el
viernes 27 causó mucho revuelo, porque tomó como propia la advertencia hecha
por Ramonet y el llamado hecho por Samir Amin. Como lo reseñó el periodista
brasileño Marco Aurélio
Weissheimer “En la mañana del sábado, en los corredores del Hotel Hilton,
algunos representantes de la organizaciones no gubernamentales comentaban con un
indisimulable enojo una parte del pronunciamiento de presidente Hugo Chávez. En
la parte en cuestión, Chávez dijo que era un riesgo y un desperdicio si el FSM
se convertía en una especie de encuentro folclórico y turístico”.[3]
Este frente lucharía contra “Mr. Danger”, como irónicamente llamó Chávez
a Bush, y contra el peligro que éste supone para la humanidad. Es decir, este
frente antiimperialista tendría un marcado sesgo anti Bush.
Luego
de esto, y m{as allá de la simpatía que despierta en todos los organizadores
la figura del Chávez, el poderoso lobby brasileño salió a marcar la cancha y
a denunciar que se estaba ante el intento de fundar una Quinta Internacional
Chavista.
Pero
lo que hay que aclarar es que el Frente antibush convocado por Chávez, no
excluye al neoliberal Lula y menos que menos al “amigo argentino” Kirchner,
todos buenos mandaderos de los yanquis en Haití y en la ONU, donde votaron
contra Irán (ver contratapa).
En
efecto, Chávez salió abiertamente a justificarlos: “Cuando
estuve en el Gigantinho [estadio donde se hizo el acto del FSM] el año pasado,
en Porto Alegre, dije que Lula era un compañero. Es preciso trabajar con Lula y
apoyar a Lula. No se puede pedir a Chávez que haga lo mismo que Fidel. No se
puede pedir a Lula que haga lo mismo que Chávez. No se puede pedir a Evo que
haga lo mismo que Lula y que Chávez. Es todo un proceso, cada cual tiene sus
circunstancias”.
Ni
vencedores ni vencidos, impotencia
La
declaración final de la Asamblea de los Movimientos Sociales, organismo que
funciona al interior del Foro y donde se acuerdan los rumbos generales, mostró
los acuerdos alcanzados: el llamado a una marcha mundial contra la guerra para
el 18 de marzo. Un pobre saldo para el FSM. La crisis del Foro se desplazará a
Karachi y muy probablemente hasta el año que viene.
Los
límites del neoreformismo
van quedando cada vez más
claros. Toda vez que la lucha de clases se agudiza muestra la impotencia y el
fracaso de la estrategia de humanizar el capitalismo y de conciliar las clases.
Mientras
tanto, Chávez hace propaganda de su “antiimperialismo sui géneris” donde
no sólo es amigo de Lula, Kirchner y Evo, sino que en sus listas de grandes
amigos están las multinacionales yanquis Chevron y Texaco, que en sus balances
del 2005 muestran grande ganancias de sus inversiones en el exterior. ¿Adivine
en qué país? Sí, en Venezuela.
Notas:
1.
Socialismo o Barbarie N° 51, 17-2-05
2.
Le monde diplomatique N° 79, enero
2006, destacados nuestros
3.
Ver www.agenciacartamaior.com.br
4.
Declaración de la Asamblea de
Movimientos Sociales Caracas, 29 de enero de 2006
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