Solo el movimiento de mujeres puede garantizar justicia por Yanina González

En sus 23 años de vida, Yanina González padeció toda la violencia y la miseria a la que este sistema capitalista y patriarcal podía someterla. Estamos hablando de una mujer pobre, con un padre violento, que padece un retraso madurativo -presuntamente producto de las golpizas sufridas de chiquita-, que fue abusada sexualmente  y que logró escaparse de las garras de un marido golpeador… para caer en las de otro, quien terminó por acabar con la vida de su hija, Lulú, de dos años. Sin embargo, Yanina está presa y el asesino, Alejandro Fernández, siquiera es investigado. El Estado no estuvo nunca presente para cuidar a Yanina y sacarla de la barbarie que sufrió durante toda su existencia: apareció para criminalizarla y castigarl por ser mujer y  pobre.

El caso es así de crudo. Una mujer víctima de todo tipo de flagelos, que huye de su golpeador -recién mudada a un barrio donde no conoce a nadie- y éste se desquita con la hija de ella hasta matarla. Piden preventiva para Yanina bajo carátula de Abandono de Persona, por ser una «mala madre» que dejó a su beba en manos de un hombre violento, transformándola así, de víctima en victimaria, mediante los trucos de magia de la justicia machista. Esto ocurre el 17 de agosto de 2013, paradójicamente, en una de las famosas Comisarías de la Mujer del gobierno kirchnerista, que lejos de rescatar a Yanina de su situación de violencia, le garantizó un boleto dircto a la cárcel de Los Hornos cuatro días después de que maten a su hija. Allí estuvo un año y parió a su segunda hija, Tiziana, lo cual le permitió -aunque ya con la beba de seis meses- salir de Los Hornos y cumplir su preventiva de forma domiciliara. Vemos, una vez más, que no hay Emergencia de Violencia Género que se declare y sirva para algo, que es una declaración de progresismo en el aire y que las mujeres seguimos siendo violentadas igual que antes. El reconocimiento de un problema no es, evidentemente, ningún tipo de solución y la violencia hacia la mujer, en nuestro país, es algo que no escapa a los ojos del más chicato.

La fiscal que lleva el caso, Carolina Carballido Calatayud, es, aunque parezca imposible, la Fiscal Especialista en Violencia de Género de Pilar. Fue ella quien, el pasado martes 03 de marzo, pidió seis años y siete meses de prisión efectiva para Yanina en su alegato en los tribunales de San Isidro, considerando que «salía de noche» y que «militaba en una centro comunal» y resolviendo que eso la transformaba en una «madre ausente» y, por ende, en responsable de un crimen que no cometió.

Todo lo que las instituciones del Estado no le dieron a Yanina, se lo intenta dar el movimiento de mujeres y el activismo local. Ante los compañeros y compañeras de un centro comunal donde iniciaba su actividad, Yaninia denunció la violencia que sufría a manos de su primer marido, el padre de Lulú, y acabó por lograr separarse. Fue una activista del movimiento de mujeres de la Zona Oeste la que recibió a Yanina para que cumpla la domiciliaria en su casa, porque no tenía a donde ir. Fue la pareja anterior del violento Fernández, una testigo clave en la defensa, quien se acercó a ayudarla por haber padecido la misma violencia que ella. Con un gobierno que dice que le «saques trajeta roja al violento», pero que usa sus Comisarías de la Mujer para encerrarnos; con un Poder Judicial que nos quiere hacer creer que es hermoso, sagrado y justo pero que alega en contra de las mujeres victimizadas, solo podemos llegar a una conclusión: todas las instituciones del Estado son elementos que actúan juntos y que no pueden, por definición, hacer justicia en favor de las mujeres y todos los explotados y oprimidos. Por el contrario, Yanina encontró el apoyo y la contención en el movimiento de mujeres y en la solidaridad de clase de diversos sectores.

Desde Las Rojas, estuvimos presentes reiteradas veces en los Tribunales de San Isidro para exigir la libertad de Yanina y la cárcel para Fernández. Nos encontraremos otra vez  allí, el miércoles 11 de marzo, para que seamos cientas la mujeres que acompañemos a Yanina cuando se dicte la sentencia. Así mismo, junto el reclamo de justicia por Iara Carmona, será una de nuestras banderas en la próxima marcha del Día Internacional de la Mujer trabajadora. Invitamos a todas las compañeras y compañeros a sumarse a dar esta pelea y a movilizar el 09 de marzo de Congreso a Plaza de Mayo para seguir construyendo este movimiento de mujeres independiente del gobierno y de lucha, cuya fuerza es la única que puede garantizar justicia para todas las mujeres.

 

¡Libertad ya a Yanina González! Y Justicia por Lulú

¡Cárcel a Fernández y todos los violentos y femicidad!

Destitución inmediata de la fiscal Carolina Carballido Calatayud

El Gobierno, los jueces y los fiscales son responsables de amparar la violencia hacia la mujer

Tofi Mazú

 

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