Volvemos del participar del Encuentro de Mujeres junto a Rocío Girat, que luchó para revocar la prisión domiciliaria con que habían beneficiado a su violador, y nos encontramos con la misma situación: en la ciudad de Olavarría, dos hombres que violaron durante años a sus hijas y a una nieta, con penas de apenas ocho años, fueron beneficiados con la prisión domiciliaria. Esto demuestra que no es algún juez, es la Justicia patriarcal que ampara a los violadores y castiga a las víctimas.

Al militar violador Girat lo metió preso la movilización, y en este nuevo caso tenemos que hacer lo mismo. Por esto es que llamamos al movimiento de mujeres a escarchar al juzgado de Olavarría que protege a los Sosa y a exigir al gobierno que asuma su responsabilidad ante la oleada de violencia contra las mujeres.

Para enfrentar esta situación nos estaremos movilizando, el 25 de noviembre, Día de Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres, a Plaza de Mayo y a todas las casas de gobierno del país. Como dijo Rocío en el Encuentro: la justicia no está en un juzgado; está en las calles.

 

Manuela Castañeira

Dejanos tu comentario!