LA PERSECUSIÓN EN LAS FÁBRICAS Y LA CAMPAÑA CONTRA LOS “ZURDOS” – 

 

En este contexto de recesión donde las suspensiones ya son moneda corriente, y donde ya despuntan los despidos, el Gobierno, las patronales y las conducciones sindicales aprovechan para descabezar desde comisiones internas y cuerpos de delegados hasta activistas o simples compañeros que tengan diferencias con la conducción. Se vive una verdadera caza de brujas, en la cual la Verde del SMATA nuevamente da cátedra.

La Verde solo fija posición pública contra los trabajadores, como se puede ver en la catarata de solicitadas que vienen saliendo desde mayo con el conflicto de Gestamp. Solicitadas que piden represión, que plantean la posibilidad de utilizar a la patota, que le echan la culpa de todos los desastres del mundo a los “zurdos”. Pero que no dicen ni una palabra de las suspensiones y de los despidos; del ajuste del gobierno y las subas de precios y tarifas; de las empresas que se llenaron los bolsillos como nunca en estos años y ahora que el panorama se complica no dudan en pegar sobre los laburantes.

Pero a lo cotidiano de marcar compañeros, aislarlos, hacerles campañas sucias por abajo o directamente hacerlos despedir; le encontraron el espiche para justificar… “donde hay zurdos hay despidos; donde hay zurdos las fábricas cierran o se quieren ir del país”. Esta es la nueva biblia de la Verde! “Gestamp se quería ir del país por los zurdos”; “Lear se quiere ir del país porque los zurdos se la pasan haciendo quilombo”; etc.; etc.

Lo primero que cabe decir es que los mismos gerentes de Lear han salido a desmentir esos rumores; hay grabaciones que circularon de Espinosa, que en una de las “asambleas” ha dicho que la empresa “no tiene ganas de irse”. Es que Argentina sigue siendo un país con costos de producción relativamente baratos, más aún con la devaluación del peso. El salario obrero, en términos de dólar es cada vez más barato.

La razón de estas campañas es sembrar temor en los compañeros para seguir consolidando su “reinado”. Resulta que en las fábricas donde hay “zurdos”, el común de los compañeros se identifica con ellos. Los “zurdos” tienen esa “mala costumbre” de hacer asambleas y escuchar a los compañeros, luchar por ellos y defenderlos de los ataques de la empresa. A cosas tan básicas como esas le tiene terror la Verde. Es que los trabajadores organizados pueden disputarle el control burocrático de las fábricas, y potencialmente el sindicato.

DOS EJEMPLOS: GESTAMP Y LEAR

A fin de año pasado en Gestamp hubo un proceso de lucha por un “reconocimiento”, como lo llamaron los compañeros, por un bono de fin de año. Esa propuesta nació de la base de la fábrica e involucró al 95% de la fábrica que empezó un quite de colaboración. Todos los compañeros comprometidos en esa lucha, incluso los delegados Verdes, por la presión de la base se subieron a la pelea. Si se estuvo cerca de conseguirlo, fue la Verde quien tiró todo para atrás metiendo carneros a trabajar y quebrando la lucha. Después de esto, se la juraron a los delegados independientes y al activismo. Entonces el slogan debería ser: “si donde hay “zurdos” hay despidos, es porque la Verde los pidió!”.

Esto se pudo comprobar a la hora de las suspensiones con los listados que entregó la empresa y la Delegación, que casualmente incluía a los activistas, a los compañeros que más secundaban a los delegados independientes.

En el caso de Lear, en noviembre de 2011 hubo elecciones a Comisión Interna, la lista Celeste se impuso por 310 a 249 a la Verde. Dos años después, en noviembre de 2013, la Verde maniobro y cambió la forma de elección de lista completa a elección individual de los miembros, pese a esto los delegados de la Celeste volvieron a imponerse (entre 483 y 452, los candidatos de la Celeste; y entre 307 y 44, los votos Verdes). En el medio de las dos elecciones la Verde intentó destituirlos en una asamblea dirigida por Manrique, y nuevamente perdió la votación.

Con este escenario en la fábrica empezaron las suspensiones. La política de la Verde era sacarse de encima a los delegados independientes, cueste lo que cueste. Como dijeron los dirigentes del SMATA en una asamblea de Lear: “si el gremio no puede conducir esa fábrica, el gremio mismo va a hacer lo posible para que cierre”.

Acerca de los despidos y las suspensiones

Creemos que hay básicamente dos motivos para los despidos en esta coyuntura, uno económico y otro político. El económico tiene que ver con el ajuste que hacen las empresas en sus cuentas (la “racionalización empresaria”), que cuando empiezan las épocas de vacas flacas no dudan en descargar la crisis sobre los laburantes. Nuestro salario es un costo para ellos, y cuando baja el laburo, achican esos costos despidiendo, mientras aumentan la productividad con los que quedan adentro, es decir, aumento de los ritmos de producción, más explotación, más espaldas rotas.

La razón política de los despidos, tiene que ver con que el gobierno, la oposición, las empresas y el sindicato quieren hacer de las fábricas un cementerio, donde nadie pueda levantar la cabeza por las condiciones laborales, el salario, contra el impuesto a las ganancias, contra nada. “Callate la boca y labura”. Por eso la Verde actúa como la principal defensora de los intereses de las empresas.

Organización y lucha

Sobre el conflicto de Lear hablamos en nota aparte, lo que queremos reflejar acá es que los únicos responsables que los despidos pasen son los dirigentes traidores de la Verde. Que no fueron capaces de alzar la voz en todo este tiempo para defender el salario de los mecánicos frente al impuesto a las ganancias; que callaron cuando empezaron las suspensiones y los despidos; y solo abrieron la boca para acusar a los “zurdos”, a los partidos de izquierda que apoyan a los trabajadores y a los mismos laburantes por los despidos.

Compañeros, el cambio solo puede venir de nuestras propias fuerzas. Es nuestra obligación conocer lo que pasa en el gremio y en el país; solidarizarnos con los compañeros que están atravesando estos duros momentos y organizarnos para enfrentar los despidos, las suspensiones y las persecuciones.

Agrupación de Mecánicos

Desde el puente grúa

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