Por Claudio Testa


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Un viaje sin escalas de Ucrania a Iraq

 

 

La reunión extraordinaria de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en un balneario de la ciudad de Newport (Gales) ha tenido importante repercusión mundial. Hacía tiempo que una reunión de ese tipo no tenía tanta prensa. Esto se explica por la peculiar coyuntura mundial.

 

Haciendo un recuento, en lo que va del siglo, diversos personajes, acontecimientos y situaciones fueron ocupando el centro del escenario mundial. Configuran coyunturas y momentos distintos.

 

En los primeros años del siglo XXI, se destacaron las “movimientos antiglobalización”, los estallidos sociales y políticos en varios países sudamericanos (que dieron paso al chavismo, a los K. en Argentina, a Evo Morales en Bolivia, etc.), pero también las aventuras militares coloniales de EEUU en Medio Oriente con el conveniente pretexto de las Torres Gemelas, Bin Laden & Cia. En esas aventuras, el gobierno de Bush inicialmente dejo de lado a la OTAN, confiando en que EEUU era todopoderoso.

 

Luego, junto con las palizas (y desmoralización) de EEUU, fue el turno de la crisis económica mundial (2008) iniciada en Wall Street pero que iba a tener su máximo impacto en la Unión Europea, que hasta hoy está lejos de recuperarse.

 

Tiempo después, fueron los años de los estallidos y rebeliones populares desatadas en el 2011. Occupy Wall Street e Indignados del Estado español, y las más importantes, las rebeliones iniciadas en el mundo árabe, en Túnez, Egipto, Libia, Siria y otros estados. Es un proceso que ha sufrido trágicas derrotas… una de cuyas peores consecuencias ha sido la de abrir paso a alternativas de barbarie, como el “Estado Islámico” o ISIS.

 

En estos momentos, sin que los actores y fenómenos generados en esas coyunturas hayan desaparecido, el centro del escenario lo están ocupando los temas y conflictos geopolíticos; es decir, entre estados. De allí que una reunión de la OTAN haga tanto ruido.

 

Oscilaciones geopolíticas

 

Contra los que opinan que un todopoderoso imperialismo yanqui, a través de diversas conspiraciones, mueve los hilos en todo el mundo, en verdad los elementos de caos e imprevisibilidad parecen imponerse en estos momentos. Y, en primer lugar, a los mismos Estados Unidos y su gobierno.

 

En efecto, el plan geopolítico de EEUU, como señalamos hace tiempo, es el “giro al Pacífico”, para enfrentar “preventivamente” el ascenso de China, y dominar la región de desarrollo capitalista más dinámica del planeta. Para eso, ha iniciado la construcción de un sistema de alianzas económicas, políticas y militares no sólo con países del Asia-Pacífico sino también incluso de América Latina. Esto incluye también el traslado de la mayor parte de su ferretería militar; en primer lugar, de su flota, a esa área.

 

Al mismo tiempo, las provocaciones de todo tipo contra China de los aliados de EEUU en Asia-Pacífico empezaron a hacerse de rutina. Los reclamos sobre distintas islas e islotes que rodean China, se combinaron con incidentes de naves y aviones a punto de enfrentarse. A través de estos intermediarios, EEUU comenzaba a “marcar la cancha” a Pekín.

 

Pero los mejores planes se los puede llevar el viento, sobre todo en un mundo donde no hay una o dos potencias capaces de “mantener el orden”. Luego de la Segunda Guerra Mundial, EEUU y sus aliados, por un lado, y el bloque soviético, encabezado por la URSS, por el otro, podían imponer un relativo “orden” geopolítico. Después de la caída de la Unión Soviética, pareció que EEUU asumía el rol de “superpotencia”, al que todo mundo obedecería sí o sí.

 

Pero esto ha durado, geopolíticamente, mucho menos de lo esperado. Sin dejar de ser la principal potencia, EEUU se ha debilitado relativamente en varios aspectos. Al mismo tiempo, China ascendía económica y militarmente. Y Rusia, sin llegar a tener una fuerza comparable a la de la antigua Unión Soviética, logró salir de una situación que la puso al borde de la disgregación en los ’90.

 

No existe hoy un árbitro inapelable que dicte la ley e imponga “orden” mundialmente. Podríamos decir que “cada cual hace su juego”. A esta situación se ha llegado por distintas mediaciones, desde el fracaso de las aventuras militares en el Gran Medio Oriente hasta la crisis iniciada en el 2008. Una de las consecuencias más curiosas de todo esto, es que a la principal potencia militar imperialista, EEUU, se le hace muy difícil operar militarmente sobre el terreno; es decir, enviar tropas. La opinión pública yanqui quedó muy afectada por las aventuras de Iraq, Afganistán, Pakistán y otros escenarios… y no se ha recuperado.[[1]]

 

Hacer la guerra con drones, es una manifestación de gran poder tecnológico, pero eso no basta. ¿Qué clase de “superpotencia” es, que no puede poner masivamente tropas en los escenarios de guerra, como podrían hacerlo, si lo quisieran, China o Rusia?

 

Ucrania y el “Estado Islámico”: sobre llovido, mojado

 

En esa situación, las crisis de Ucrania, primero, y de la expansión del “Estado Islámico”, después, han agudizado las tensiones geopolíticas y puesto a prueba la coalición de EEUU y sus aliados, especialmente a los enrolados en la OTAN.

 

En todo esto ha habido un desarrollo relativamente “confuso”, todo un “enredo” geopolítico en el que EEUU parece haberse visto obligado a cambiar de “enemigo principal” a mitad del río… aunque quizás esto sea prematuro definir…

 

Inicialmente, con los acontecimientos de Ucrania, que sin ser lo mismo, combinan por un lado una guerra civil y, por el otro, un enfrentamiento geopolítico con Rusia, EEUU centró allí su atención y “disciplinó” sus aliados europeos de la OTAN en la línea de enfrentamiento a Moscú. Pero en esto, según Wallerstein, no hay la misma disposición en Washington que en Berlín, que más bien desearía un acuerdo final con Putin.[[2]]

 

De todos modos, sobre este carril de enfrentamiento a Moscú, la OTAN ya antes de la reunión de Newport había anunciado una serie de medidas que no sólo establecen un cerco alrededor de Rusia, sino que llegan a la provocación de disponer el despliegue de tropas en nuevas bases de los estados bálticos y de Polonia. Parte de estos planes que apuntan a Rusia, sería organizar un dispositivo de bases militares y tropas del llamado “Triángulo de Weimar” (Francia, Alemania y Polonia) apuntando hacia el Este. Pero en Alemania habría una fuerte oposición política que dificulta que eso sea realizable… por lo menos en medida que exige EEUU.[[3]]

 

Pero, ya en vísperas de la reunión de la OTAN, la situación y los ejes fueron variando. La derrota de las tropas de Kiev en el Este de Ucrania y sobre todo la expansión del “Estado Islámico” en Iraq y también Siria, impusieron otro “centro de gravedad”.

 

Estados Unidos y varios sus principales aliados europeos anunciaron la formación de una “coalición militar” para combatir al “Estado Islámico”. Según el New York Times, esta alianza surgida de la reunión de la OTAN, engloba en principio a EEUU, Gran Bretaña, Francia, Canadá, Alemania, Turquía, Italia, Polonia y Dinamarca.[[4]]

 

“¡Animémonos y vayan!”

 

No está claro cómo va a funcionar esta “coalición” militar. Pero, según el New York Times, en principio ninguno de estos países pondría tropas en el terreno… En efecto, todo descansaría en “ataques aéreos de EEUU contra los líderes y la posiciones de ISIS, y el alistamiento de gobiernos amigos en la región para que se sumen a la lucha…” (NYT, cit.). Si nadie va enviar tropas y EEUU se encargará de los bombardeos, ¿qué guerra van a librar Dinamarca, Italia, Polonia y demás héroes alistados en esta cruzada?

 

En ese tren, el New York Times se pregunta cómo Obama “va a ser capaz de derrotar al ISIS sin ayudar indirectamente al presidente Bashar al-Assad de Siria…”.

 

Otro inconveniente no menor es que algunos de los “gobiernos amigos en la región”, que proveerían la carne de cañón necesaria para combatir al ISIS, pueden no ser confiables en ese sentido. Por ejemplo, los de Arabia saudita y estados del Golfo, de donde proviene gran parte de los aportes financieros a ISIS… Por otro lado, entre los enemigos irreductibles del ISIS estarían fuerzas como Irán o Hezbollá en Líbano, donde ISIS ya ha comenzado a actuar. ¿La gran coalición organizada en la asamblea de la OTAN, va a tener que operar junto a ellos?

 

Lo que único que está claro es que EEUU y los demás miembros de la coalición constituida en la reunión de la OTAN, coinciden en que “los muertos los pongan otros…” ¡Imperialismos eran los de antes!

 

Desde ya, el “Estado Islámico” es un monstruo reaccionario. Pero la intervención imperialista, sea con bombardeos o con tropas sobre el terreno, no haría más que agravar todo. ¿Es que ISIS nació del aire? ¿No es acaso el engendro reaccionario de las guerras coloniales y de toda la barbarie imperialista en la región, que desde la Primera Guerra del Golfo (1990/91) causó, sólo en Iraq, más de un millón de muertos?

[1].- Aunque quizás ahora las barbaridades del “Estado Islámico” pueden servir al imperialismo para comenzar a liberarse de esta traba.

[2].- Ver Immanuel Wallerstein, “Merkel y Putin: diplomacia ucraniana”, en www.socialismo-o-barbarie.org.

[3].- Tobias Bunde, “Building NATO’s «Weimar Triangle»”, Project Syndicate, August 29, 2014.

[4].- Helene Cooper, “Obama Enlists 9 Allies to Help in the Battle Against ISIS”, New York Times, September 05, 2014.

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