los trabajadores ocupan y ponen a producir la imprenta

 

Este miércoles 13 los trabajadores de RR Donnelley ponían a funcionar las maquinas sin el látigo de los gerentes y patrones yankees. Los compañeros se organizaban entre ellos y las máquinas arrancaban una tras otra. La editorial Atlántida, uno de los principales clientes, se comprometía a seguir mandando los trabajos que se imprimen allí (Gente, Para Ti, Paparazzi, etc.)

El clima de euforia se sentía en toda la planta, como nos decía un trabajador “Estamos prendiendo las maquinas, están saliendo humo por todos lados, la empresa se va a querer matar”, y más adelante agregaba “ahora estamos nosotros solos y estamos demostrando que lo podemos hacer y que va estar mejor que con la empresa”. “Estamos rotando en los puestos y cada vez hay más unidad, todos hacemos todas las tareas, desde cuidar los portones y la seguridad, hasta aprender otros trabajos”. “Ahora seguro vamos cobrar la quincena” dijo otro compañero, mientras otro nos decía “ese es un capataz, un mulo de la empresa, que nos “verdugeaba” ahora se quiere matar, no va a entrar, no le da la cara, esta buscando un abogado”.

El lunes 11, los trabajadores empezaban a llegar y se encontraban con la planta cerrada y un comunicado que decía: “Lamentamos profundamente tener que comunicarle que afrontados a una crisis insuperable y habiendo considerado todas las alternativas viables, estamos cerrando nuestras operaciones en Argentina y solicitando la quiebra de la empresa, luego de 22 años de actividad en el país”.

La bronca de los trabajadores crecía minuto a minuto; “la empresa no está en crisis, es mentira” nos decía otro trabajador. Los números le dan la razón a los trabajadores: las ganancias globales de la multinacional fueron más de 200 millones de dólares durante el año 2013, lo que significó un aumento en sus ganancias de más 5.5% a nivel mundial.

La empresa viene hace tiempo intentando imponer bajas de salario y de condiciones de trabajo; por eso presentó hace unos meses un preventivo de crisis que fue rechazado tanto por Nación como por Provincia. EL plan de la patronal buscaba despedir a 123 trabajadores: casi un 40% de los operarios. Ante la resistencia de los trabajadores y la imposibilidad de ajustar, eligió el camino de la quiebra.

 

La ocupación

 

El lunes fue un día de bronca y de dudas. Ya desde temprano un sector planteó ocupar las instalaciones en defensa de las fuentes de trabajo y para evitar cualquier vaciamiento. Un sector levemente mayoritario quería esperar a ver que decía el gobierno, ante las denuncias de la ilegalidad de la quiebra hecha por ellos mismos. La duda era si ocupar o esperar. En varias oportunidades se dio la discusión y se decidió esperar a la audiencia en el Ministerio de La Plata citada a las 4 de las tarde. Ya en horas de la noche el Ministerio dictó la conciliación obligatoria y se decidió seguir esperando a los veedores que vendrían a la mañana siguiente, quienes pegaron en la puerta la resolución dictando la conciliación obligatoria. Ya no hubo más discusión y los compañeros en forma pacifica ocuparon las instalaciones y empezaron a escribir otra historia.

Dejanos tu comentario!