«El liderazgo ha fallado. Incluso así, el liderazgo puede y debe ser regenerado desde las masas. Las masas son el elemento decisivo, ellas son el pilar sobre el que se construirá la victoria final de la revolución. Las masas estuvieron a la altura; ellas han convertido esta derrota en una de las derrotas históricas que serán el orgullo y la fuerza del socialismo internacional. Y esto es por lo que la victoria futura surgirá de esta derrota ‘¡El orden reina en Berlín!’ ¡Estúpidos secuaces! Vuestro ‘orden’ está construido sobre la arena. Mañana la revolución se levantará vibrante y anunciará con su fanfarria, para terror vuestro: ¡Yo fui, yo soy, y yo seré!». (Rosa Luxemburgo, El orden reina en Berlín)

Contexto histórico: la Revolución Argentina

El 28 de junio de 1966 los comandantes de las tres Fuerzas Armadas conformaron lo que ellos mismos llamaron Junta Revolucionaria, dando un golpe de estado que destituyó al presidente Arturo Illia, asumiendo la Presidencia el general Juan Carlos Onganía.

Esta dictadura comenzó una dura ofensiva contra el movimiento obrero.
Entre las primeras medidas de racionalización, fueron intervenidos una docena de ingenios en Tucumán bajo el argumento de su improductividad; esto dejó en la desesperación a miles de familias que se movilizaron iniciando una lucha que duraría años.
En el puerto de Buenos Aires se impuso un reglamento policial, medidas de control y recortes de viejas conquistas que implicaron un aumento de carga y descarga y una disminución de operarios por cuadrilla. Los obreros portuarios fueron a una huelga que fracasó luego del encarcelamiento de numerosos activistas y la intervención del SUPA (Sindicato Unido Portuarios Argentinos); este ajuste  llegó también a los ferrocarriles.
La CGT en marzo de 1967 llamó a una huelga general, en respuesta la dictadura suprimió la personería de los sindicatos Metalúrgicos, Textil, Telefónicos, Farmacéuticos, Azucareros y Unión Ferroviaria, entre  otros.
La Revolución Argentina trajo la consolidación de la doctrina de Seguridad Nacional, el rol de las FFAA no era ya la defensa de las fronteras, éstaspasarron a ser ideológicas, el enemigo el comunismo y había que buscarlo y combatirlo dentro del país.

Otra vuelta de tuerca
Para profundizar la Revolución Argentina, en 1967 asumió como ministro de Economía KriegerVasena. Su plan económico comenzó con una devaluación del 40%, un congelamiento salarial hasta diciembre del 68, subas de tarifas de los servicios públicos, retenciones al agro entre el 16 y 25 %, dependiendo del producto.
Se decretó la Ley de Hidrocarburos que les garantizó a los capitales extranjeros una parte importante de la explotación petrolera (hoy el gobierno de Cristina intenta discutir una nueva Ley de Hidrocarburos, mientras en Vaca Muerta le concedió a Chevron la parte del lomo, lo más jugoso de la vaca).
La postura inicial de la dictadura frente al movimiento obrero fue intentar desmovilizar a las bases captando a los jerarcas sindicales.
En marzo de 1968 la CGT se dividió en dos sectores. Uno liderado por Vandor formó la CGT Azopardo, también llamada colaboracionista por su postura de dialogar con el gobierno. En este sector estaban los gremios de la Construcción, Vitivinícolas, del Cuero, e inicialmente Luz y Fuerza, UTA y Municipales.
El otro sector, liderado por Ongaro, formó la CGT de los Argentinos. Ésta se concebía como antidictatorial y con propuestas de corte antiimperialista, agrupando a  Gráficos, Personal Civil de la Nación, La Fraternidad, Telefónicos, Azucareros, Naval, Unión Ferroviaria, Luz y Fuerza Córdoba  y SUPE Ensenada, los sectores más perjudicados por el plan económico.
En la Provincia de Bs. As, en la segunda mitad del 68 hubo un paulatino aumento de conflictos. Se destacaron por su radicalidad los de Peugeot Florencio Varela, YPF Ensenada y Fabril Financiera (este último será tema de otra nota).
Los trabajadores de Peugeot llevaron a cabo una huelga de 48 hs. contra el despido de 80 compañeros, en este caso por su necesidad de producción la patronal cedió y concluyó con un gran triunfo de los trabajadores.

YPF y sus trabajadores
El viernes 20 de septiembre de 1968 una asamblea de  3.800 trabajadores votó el quite de  colaboración ante la amenaza del plan de racionalización en YPF Ensenada.
Cinco días más tarde, los 7.000 obreros de la destilería  abandonaron la planta, en un hecho sin precedentes, fueron extinguiéndose los humos de las chimeneas. También se fueron retirando los empleados administrativos, técnicos y el personal de maestranza, el nivel de acatamiento fue rotundo. Un par de horas después se plegaron a la medida los trabajadores de Taller Naval, Almacenes y Muelle de YPF, los trabajadores fueron abandonando los buques, los que estaban encallados y los que arribaban.
Ese día el administrador informaba la extensión a 8 horas de trabajo en lugar de las 6 que trabajaban por insalubridad. El excedente de personal que esta medida acarreaba sería derivado a distintas funciones, se reducía el tiempo de refrigerio de 11,30 a 12 hs., señalándose éste con toque de pito.
Las dos CGTs apoyaron la lucha pero sin tomar ninguna medida. El SUPE Ensenada llamó a una reunión a las agrupaciones políticas, estudiantiles y sindicales; esta reunión fue llamada por Cominotti (Destilería), Berón (Flota) y Santucho (Taller Naval). Allí se formó un comité de apoyo a la huelga.
El gobierno desplegó las fuerzas represivas en toda la zona, no sólo en la planta sino también en las ciudades de La Plata, Berisso y Ensenada y mandó los primeros 250 telegramas de despido, además del quite de personería a los sindicatos locales.

Los días iban pasando y la huelga se mantenía firme, si algo contaba a favor del gobierno era que otras filiales importantes de petroleros (Mendoza, Comodoro Rivadavia, Neuquén, Santa Cruz), no se habían plegado a la medida.

A mediados de octubre comenzó a organizarse el activismo, el sindicato de Educación les prestó su local para reunirse.

La empresa bombardeaba en los periódicos propaganda contra los trabajadores, amenazó con cesantías y comenzó a traer personal de refuerzo de otras dependencias. De todos modos para el día 30 trabajaban en la destilería 250 personas entre jerárquicos y refuerzos.

La junta directiva central de la Federación, conducida por el participacionista Adolfo Cavalli, resolvió por 12 votos contra 11 «circunscribir el conflicto a la zona”; de aquí en más se abrió otro frente de lucha para los trabajadores, «el Secretario Nacional Rompehuelgas de Cavalli».

Igualmente las filiales de Mendoza y Comodoro Rivadavia resolvieron en asamblea parar por 72 horas en solidaridad.

En Mendoza fueron detenidos por varios días algunos integrantes del comité de huelga, entre los que estaban Cominotti y Berón, la medida se levantó ante la amenaza de intervención en Mendoza y la filial de Comodoro fue directamente intervenida.

Los estudiantes realizaban actos relámpagos en el centro de La Plata.
¿Qué era esto de «actos relámpagos»? Bueno, en esa época no se cortaba Corrientes y Callao durante un par de horas así como así.
Los estudiantes tenían que ir desparramándose por la zona del centro pasando desapercibidamente, a la hora convenida se tiraban un par de molotov en la esquina. Rápidamente se juntaban todos, tiraban volantes, cantaban algunas consignas a favor de la huelga y velozmente se desconcentraban tratando de no ser aprendidos por las  fuerzas represivas.

 

Se endurece y radicaliza

La empresa continuaba mandando telegramas y reclutando gente para trabajar, en estos momentos se hacen necesarios los piquetes contra los carneros tirando bombas molotov a los micros que los transportaban, en casos de los carneros más recalcitrantes se las tiraban en sus casas.
El 18 de noviembre se mantenía la huelga firmemente a pesar de los 45 días de desgaste y de no haberse extendido. Cavalli citó a un asado en el local de Punta Lara para tratar de  convertirlo en asamblea, fracasó rotundamente, pagó costosas solicitadas en los diarios tratando de levantar la huelga.
Los tres gremios que pertenecían al SUPE realizaron asamblea de consulta: 4.000 compañeros de Destilería, 800 de Taller Naval y 400 de Flota ratifican la huelga.
Las fuerzas renovadas de los trabajadores cuando pueden estar todos juntos son heroicas. Cuando los trabajadores estaban solos el traidor de Cavalli maniobraba a los compañeros más débiles, instándolos a trabajar diciéndoles que la mayoría lo estaba haciendo.
El dispositivo de control policial creció visiblemente, llegando a pedir documentos a todo aquel que merodeaba la zona, el día siguiente comenzó con cuatro atentados a domicilios de funcionarios de YPF con petardos y bombas molotov.

La policía realizó un cerco represivo sobre el centro platense, los episodios de represión fueron en aumento, también los atentados a casas de empleados jerárquicos llegaron a ser varios por día.

La policía les impedía a los huelguistas reunirse en cualquier local sindical, plaza o club; por este motivo las compañeras se organizaron en comisiones femeninas de apoyo, una comenzó a funcionar en Ensenada y otra en Berisso.
El gobierno aguantaba, las otras seccionarles trabajaban a todo vapor junto a Shell y Esso, con esto ayudaron a ir solucionando el problema de abastecimiento.
El diario El Día de La Plata tituló:»YPF sostiene que es normal el trabajo en la destilería».
Creció el desconcierto, se intentó realizar una asamblea pero fue impedida por las fuerzas represivas. Los tres líderes sindicales Cominotti, Berón y Santucho, en conferencia de prensa, levantaron la huelga ad referéndum del comité de luchaque nunca logró reunirse.
Después de 60 días, la dictadura, la empresa y la burocracia lograron la derrota.
Comenzaba ahora una larga lucha por la reincorporación de los 2.500 cesantes que terminó recién en 1974.
Muchas son las enseñanzas que nos dejan a los trabajadores las luchas. No sólo aprendemos de los triunfos, también de las derrotas se sacan conclusiones, más en luchas históricas como la que llevaron adelante los obreros de YPF.
Tanto como hoy, lo heroico de colgarse del puente grúa por parte de los compañeros de Gestamp, así como la ocupación de la planta por los compañeros de EmFer, sea cual fuere el desenlace del conflicto, recuperan métodos de lucha históricos del movimiento obrero para el conjunto de la clase.
Ayer la gran huelga de 60 días fue allanando el camino, marcando a fuego a la clase obrera, que pocos meses después  protagonizaría el Cordobazo, dando fin al siniestro ministro de Economía KriegerVassena y pegando un golpe mortal a la dictadura de Onganía.

BubyDias

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