Debate con las organizaciones feministas por el cuádruple femicidio –

 

Ante el fallo desfavorable para todo el movimiento de mujeres que significó la absolución de Martínez, vemos la necesidad de hacer un balance acerca del accionar de las organizaciones de mujeres en cuanto al cuádruple femicidio de La Plata. Es cierto que a las corrientes que nos planteamos la lucha contra el capitalismo y el patriarcado, por lo general, salvo casos excepcionales, se nos hace muy difícil llegar a los casos de violencia de género, porque las necesidades inmediatas de los familiares exceden la capacidad que tenemos las organizaciones y muchas otras veces porque desde los familiares no ven como salida la lucha en las calles. Pero hace tan sólo dos años y medio el caso del cuádruple femicidio nos planteaba otra cosa: cuando apenas habían pasado dos meses del femicidio, fueron los familiares quienes convocaron a todos las organizaciones a que nos hiciéramos presentes en la fiscalía, ya que la causa no avanzaba. El caso resonaba todavía en todo el país, y aun así fuimos pocas las organizaciones que nos hicimos presentes. Un caso de esta dimensión merecía que las organizaciones feministas fuéramos al menos a ver de qué se trataba. Habían asesinado a 4 mujeres de manera brutal. Las Rojas no necesitamos mucho tiempo para darnos cuenta que este caso se trataba de violentos femicidios, y no de ajustes de cuentas u otros móviles que la justicia, los abogados y los medios locales se encargaron de difundir y confundir para dejar afuera del caso al principal imputado: Martínez. ¿Qué movilizaba a Daniel Galle a meterse en cualquier lado para encontrar la verdad si no era hacer justicia por su hija? ¿Qué movilizaba a Miguel Pereyra a denunciar a Martínez si no era hacer justicia por su hija?

De las primeras reuniones con los familiares salieron movilizaciones importantes en la ciudad, y acciones, como acampar una semana en la puerta de los Tribunales que lograron varias cosas: dejar preso a Martínez en el momento en que querían desligarlo del caso; demostrarle a la familia de las chicas que luchando era cómo se presionaba a la Justicia y al Gobierno; y ser un polo de atracción para que muchos casos de femicidios se acercaran al acampe a contarnos que sus hijas, hermanas, etc., también habían sido asesinadas por sus parejas. Con estos casos es como logramos hacer la Multisectorial Contra la Violencia Hacia las Mujeres, con la intención de nuclearlos y poder salir del aislamiento al que la Justicia y el Gobierno someten a todos los casos de femicidios. Las Rojas llamamos innumerables veces a las organizaciones que luchan contra el patriarcado, a ser parte de la Multisectorial, en la que todos los casos coincidían en que los femicidas no eran condenados por la Justicia, las llamamos para luchar por el cuádruple femicidio, para acampar, para organizar acciones, para hacer un mural, para el juicio y para la sentencia. Sin embargo, varias organizaciones que se acercaron al principio, luego le fueron quitando el cuerpo a la lucha. Entre ellas, algunas corrientes nucleadas en La Campaña Contra las Violencias Hacia las Mujeres y el Espacio de Mujeres del Frente Popular que durante los últimos dos años se dedicaron a armar protocolos contra la violencia dejando de lado la lucha por este y por todos los otros casos de asesinatos a mujeres. Pero incluso los protocolos se imponen con la lucha. Nos preguntamos qué es entonces la violencia de género para la Campaña Contra las Violencias. Cuando cada 30 hs. matan a una de nosotras, cuando no hay refugios en toda la provincia, cuando el Gobierno no le da trabajo a las mujeres ni ninguna oportunidad real para salir de la situación de violencia, lo que hay que hacer es salir a la calle, apoyarse en la heroica lucha de los familiares y darle un horizonte de lucha independiente. Tan sólo una de sus organizaciones, Las Azucenas, que tienen tradición de lucha feminista, fueron quienes al final del juicio aparecieron con fuerza a repudiar el fallo.

Por otro lado el FIT, que no sólo no fue capaz de sacar una sola declaración en favor de las chicas, sino que se dedicó a decir por lo bajo que este caso era un ajuste de cuentas y que no había que meterse. Coincidiendo en los argumentos de los jueces “garantistas” y con la defensa de Martínez, el abogado Beley, que es quien además de defender al femicida Martínez, también defendió al femicida Maldonado, quien asesinó a Mariana Condori, y actualmente defiende a los represores de La Cacha. Y además porque no convenía “ensuciar” la reciente campaña electoral sin tener las garantías de que Martínez haya estado implicado. ¿Qué hubiera pasado si el movimiento de mujeres esperaba “garantías” de los 13 proxenetas de Marita Verón como justificaba la justicia tucumana su absolución?

La lucha contra el patriarcado no es sólo declamatoria, debe hacerse carne en la lucha en las calles y en la realidad concreta, tal cual es. No como a las organizaciones nos gustaría que fuese. Gracias al escrache que realizamos luego del fallo de absolución a Martínez, quedó planteada la posibilidad de redoblar la lucha por el esclarecimiento del cuádruple femicidio para que haya justicia para las chicas. Y la posibilidad de darle salidas de lucha a estos casos que en vez de cesar, aumentan. Por eso vamos a seguir llamando a las organizaciones de género para que se hagan presentes en las próximas movilizaciones que estaremos realizando en repudio y por revertir el fallo.

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